miércoles, 25 de julio de 2007

ESTRUCTURA FUNCIONAL
































Manipulador Morse













Receptor Morse

















La aparición del ferrocarril a principios del siglo XIX creó la necesidad de enviar mensajes a mayor velocidad. La corriente eléctrica acababa de ser descubierta y el primer método para utilizarla para transmitir mensajes fue el telégrafo. Las señales telegráficas se envían por medio de cables, como las telefónicas. La señal telefónica es una compleja transformación eléctrica que debe ser preservada para que pueda ser reconstituida en sonidos en el otro extremo. El telégrafo transmite pulsos más simples, que pueden ser utilizados para enviar mensajes en código Morse. Los pulsos telegráficos son producidos cuando se acciona una llave que abre y cierra un circuito eléctrico y pueden ser transmitidos con ayuda de un solo cable. Esto puede parecer raro, ya que las corrientes eléctricas requieren circuitos cerrados, pero el telégrafo no elude esta necesidad, sino que utiliza la tierra como segundo conductor. Ambos extremos del conductor están conectados a tierra (sea enterrándolos, conectándolos a una cañería que vaya a la tierra o bien al neutro de la red eléctrica). Los electrones que constituyen los pulsos salen de la batería y vuelven por la tierra. Éste es un circuito telegráfico simplex. En él sólo pueden enviarse señales en un solo sentido por vez. Para transmisiones simultáneas en ambos sentidos se requieren dos cables, uno para cada circuito. En el otro extremo los pulsos deben ser convertidos en algo que podamos ver u oír. La señal puede accionar una chicharra, o un elemento llamado galvanómetro. Este aparato funciona con una pluma que cada vez que circula corriente eléctrica se mueve sobre un rollo de papel. Otra alternativa es que pase por un decodificador que, como la máquina conocida por teleprinter, convierte los impulsos eléctricos en letras en una especie de máquina de escribir eléctrica. Éste es el método que se emplea para enviar telegramas. Las tiras de papel pegadas en el formulario que se nos entrega provienen directamente del teleprinter. Si la señal tuviera que recorrer muchos kilómetros de cable disponiendo, como una fuente de energía, de una batería, probablemente sería demasiado débil para accionar alguno de estos dispositivos. Con todo, no sería demasiado débil para hacer funcionar un relé telegráfico. Los relés fueron inventados, justamente, para resolver los problemas del telégrafo. El pulso pasa por la bobina de un electroimán, lo magnetiza, atrae una pieza de hierro y cierra otro circuito que es el que suministra energía al receptor o bien a otro relé.






A continuación el diagrama de bloques:









































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